Para muchas personas ser padres es uno de los sueños más importantes de su vida. El tema es que cuando se alcanza esta meta, la vida cambia por completo y llegan una infinidad de preguntas, pues no queremos fallar en nada. Por eso queremos darte algunos consejos que pueden resultar útiles y, aunque no sean infalibles, recuerda que ser padres es todo un aprendizaje.
Los padres primerizos se sorprenden al descubrir que la llegada de su bebé puede hacerlos sentir alegres y capaces de todo en un momento o pequeños e indefensos al siguiente. No es inusual ver que la fatiga, el miedo y la duda coexisten con el orgullo, el amor insuperable y la esperanza. Durante muchos años, el personal del Centro Freedman y los Facilitadores de los Grupos de Padres Nuevos han brindado apoyo a las mamás y papás primerizos. Su experiencia demuestra que la paternidad es el gran ecualizador; todos los nuevos padres, independientemente de las circunstancias, comparten un viaje notablemente similar. Los siguientes consejos, probados por expertos en crianza han ayudado a miles de padres a comenzar ese viaje con éxito.
- Prepárate para los cambios y las emociones que llegan con ellos:
Convertirse en padre es un momento importante en la vida. Todas las transiciones, sin importar cuánto se planeen y anticipen, van acompañadas de nuevas responsabilidades que traen consigo emociones como la felicidad, la esperanza y el entusiasmo, así como también la ansiedad y la preocupación. A pesar de nuestros mejores preparativos, es posible que tengamos que ajustar nuestros planes a medida que avanzan y para el caso de la crianza, esto puede ocurrir, incluso, diariamente. Así que prepárate para el cambio constante tanto dentro, como fuera de ti.
- Únete a los grupos de padres:
Así es, tu vida social cambiará ligeramente y, no se trata de que ahora debes ir a un grupo de ayuda para asumir una crisis, pero sin duda, todos los padres primerizos experimentan las mismas alegrías, preocupaciones y dudas básicas. Harás nuevos amigos y encontrarás apoyo en personas que seguramente han vivido esta misma etapa. Podrás aprender de lecciones pasadas de alguien más, o por qué no, ser tú quien comparte sus experiencias y brinda un parte de tranquilidad a los demás padres.
- Acepta ayuda:
No trates de ser una súper mamá o un súper papá. Nadie se las sabe todas y los vecinos, parientes, amigos o compañeros de trabajo a menudo están encantados de ayudar, especialmente cuando son temas relacionados con los niños. El simple hecho de tener una hora para dormir, ducharse o dar un paseo mientras alguien de confianza cuida a tu bebé puede brindarte el impulso que tanto necesitas para asumir la semana que viene.
- Cree en ti:
¿Te suena extraño? Pues no te preocupes, recuerda que tú sabes lo que es mejor para tu bebé. Filtra cuidadosa y rigurosamente los consejos que recibirás de amigos, parientes, extraños, médicos, revistas y blogs para padres. Prueba nuevas ideas que te suenen bien.
Consulta a profesionales antes de cualquier cosa que pueda involucrar la salud del bebé y desecha las ideas que no quieres para su crianza.
- Perdónate:
Eres humano y lo más seguro es que vayas a cometer errores. Todos lo hacemos. Nadie tiene todas las respuestas, e incluso en muchas ocasiones los expertos no están de acuerdo sobre qué es lo mejor para el bebé. Las necesidades de los bebés parecen cambiar a diario, de hecho, una vez que sientas que ya entiendes todo de tu bebé, seguramente algo nuevo surgirá. Interactúa con tu bebé y regálate el permiso de continuar conociéndolo. Habla con tu pareja sobre las estrategias que funcionan y procuren apoyarse mutuamente a medida que resuelven las cosas juntos.
- Haz preguntas:
No importa cuánto sepamos sobre los bebés y sobre nosotros mismos, el ser padres es un aprendizaje. Trata de estar abierto a las sorpresas; ¡puede que sobre la marcha cambies algunas de tus nociones preconcebidas sobre la paternidad!
- Recuerda quién eras:
Algunos padres primerizos sienten que no deberían extrañar su “antiguo yo”, sin hijos y despreocupado. Es normal llorar el pasado, incluso cuando el presente está lleno de felicidad. Pide a tus amigos que se mantengan en contacto y sean pacientes mientras te adaptas a tu nueva vida. Cuando sea el momento adecuado, vuelve a practicar los pasatiempos y actividades que disfrutabas.
- Sé consciente de tus propios sentimientos:
Las mamás y los papás pueden sentir una amplia gama de emociones, como ansiedad, tristeza o miedo. Tener diferentes sentimientos asociados con la nueva paternidad no es motivo de vergüenza y no es un reflejo de tu capacidad para ser padre. Disfrútala en cada momento.
- Si tienes pareja, recuerda que esa relación y esa persona también están cambiando:
Aunque puedes sentir que la mayor parte del tiempo se la dedican al bebé, intenta pasar momentos significativos a solas y de calidad con tu pareja. Hablen sobre sus esperanzas y temores, cómo han ido evolucionando en todas sus facetas y qué le gustaría que permaneciera igual.
- Los bebés se benefician de diferentes tipos de interacciones amorosas:
Cuidar y nutrir al bebé no es un acto relacionado exclusivamente con la alimentación. Dedica tiempo a cargar al bebé, habla con él, hazle masajes, disfruten canciones, crea espacios y actividades para estar juntos. Recuerda que la estimulación temprana trae grandes beneficios para el desarrollo de los niños, potenciando sus habilidades motoras, cognitivas, lingüísticas y sociales. Además estas interacciones favorecerán el vínculo afectivo entre padres e hijos.
- Disfruta de tu bebé:
Los primeros meses de crianza resultan ser muy retadores y a la vez unos de los más emocionantes. Cada vez que tu hijo alcanza un hito importante, significa que ha dado un nuevo paso en su desarrollo, alejándose poco a poco de su infancia, mientras que tú de igual forma, vas dando un paso más para convertirte en un padre lleno confianza y experiencia. ¡Disfruta el camino!
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